En la oficina Roberto uno de mis mejores compañeros de trabajo, un contador auditor hombre experto en números, sólo que no conoce mucho sobre los temas de salud. Me comenta que recibió en las redes sociales un excelente tratamiento para mejorarse del Covid – 19, sin más le pedí que me contara sobre este extraordinario tratamiento, el me comenta lleno de orgullo por el hallazgo.
– Tienes que tomar mucha agua y hacer gárgaras con agua tibia, sal y vinagre, esto elimina totalmente el virus del cuerpo y ya no te enfermas.
-Dónde lo viste – le pregunté-
-En las redes sociales, ya lo compartí con mis amigos y me lo agradecieron todos.
Al igual que Roberto, muchas personas reenvían noticias falsas que como esta se repiten en las redes sociales. Recordemos que cuando leemos una noticia que nos parece emocionalmente importante, automáticamente tenemos la tendencia a compartirla.
Durante la Pandemias del Coviod-19 recibimos muchas noticias falsa, como por ejemplo; El clorito de sodio elimina el virus de nuestro cuerpo en 48 horas. El culpable de la pandemia es el 5 G. Esta enfermedad es causada por una bacteria. Con la con la vacuna te insertan un chip en el cuerpo. Los que se creen más entendidos en la materia, decían que alteraría el ADN, ya que se utiliza el ARN mensajero del virus. Lo que nos vacunamos somos conejillos de laboratorio, por último. Se desencadenarían enfermedades crónicas y alérgicas severas.
Por qué las noticias falsas se propagan con más velocidad que las noticias verdaderas, la razón es que son novedosas, quien las crea pretende romper el sistema, son emocionalmente transgresoras de la realidad que vivimos y estimulan nuestras conductas disruptivas, las que se basan en un incumplimiento de las normas, muchas estimulan la desobediencia, hay ignorancia de los límites, pueden crear enfado, pueden generar una actitud negativa, en algunos casos logran producir una actitud pasivo-agresiva o mostrar una actitud hostil frente a lo constituido.
En definitiva debemos cuidarnos de las noticias falsas, ya que nos pueden afectar directa e indirectamente nuestro diario vivir, imposibilitando ver la realidad en su verdadera dimensión o no permitiendo que nuestras emociones tomen un camino de paz y tranquilidad, que en los estudios actuales han demostrado que vivir en paz y tranquilidad mejora la salud y la calidad de vida.