Ayer llegó a casa mi hermana Carmen, estaba muy molesta con ella misma, pude ver una mezcla entre rabia y miedo y me comentó que habían vacunado a su hija Carolita. Después de ser vacunada y mientras leía en su teléfono los argumentos de los grupos anti vacunas, se sintió con sentimientos encontrados frente a los comentarios positivos del médico sobre las vacunas y los que decían los grupos antivacunas en la web.
Los movimientos antivacunas podrían definirse como un grupo de personas que por diferentes razones (sanitarias, religiosas, científicas, políticas, filosóficas) dicen que las vacunas y en definitiva el acto de vacunarse supone un mayor perjuicio para su salud. Son grupos muy activos y reivindicativos, que aportan información no contrastada y acientífica, (que no se ha probado científicamente), pero que ya han conseguido que algunas personas no quieran vacunarse.
He estudiado los argumentos e información que entregan. La mayoría de las redes sociales expuestas contiene información en la que se afirma que las vacunas son la causa de enfermedades y tienen en su composición elementos tóxicos. No existe ningún estudio científico serio que pruebe sus dichos, al contrario hay un gran número de estudios científicos rigurosos en los que se ha demostrado que las vacunas son un gran apoyo para la salud de las personas. Además, las vacunas están sujetas a estrictos controles por parte de las agencias reguladoras de medicamentos a nivel mundial.
¿Podrías imaginar una generación, especialmente niños, con dificultad para caminar, deformidades en piernas, parálisis y muerte? Esto fue una realidad no hace mucho. ¡La polio dejaba paralíticos a mil niños por día! Los esfuerzos continúan para lograr su erradicación. Lamentablemente, ahora mismo, niños de todo el mundo están nuevamente en riesgo debido a los movimientos anti-vacunas.
Si revisamos la historia antigua, por ejemplo la Viruela, ¡Hasta el faraón Ramsés V la tuvo! Se estima que mató a más de 300 millones de personas. Cubría de pústulas y llagas el cuerpo de quien enfermaba. 3 de cada 10 contagiados morían. Los sobrevivientes quedaban a menudo ciegos, estériles y/o deformes.
La gripe de 1918. Su causa fue el virus H1N1. Sin vacunación disponible, se estima que 500 millones de personas enfermaron y más de 50 millones murieron. Comúnmente afecta a menores de 5 y mayores de 65 años. Este virus afecto a gente joven y saludable entre 20-40 años. Comportamiento que volvió a repetirse en 2009, con la gripe porcina.
Finalmente en la conversación con mi hermana, le conté todo lo que le debemos agradecer a las vacunas, beneficios tales como:
- Las vacunas evitan la muerte de 2-3 millones de personas que se pueden contagiar con difteria, tétanos, tos ferina, sarampión, cáncer, etc. entre otras plagas.
- Las vacunas evitan que tengas los síntomas de las enfermedades y reduce las complicaciones.
- Las vacunas funcionan como un mecanismo natural de defensa del cuerpo humano, frente a virus y bacterias muy agresivas, que nuestro cuerpo le es difícil controlar.
Procuremos mantener vacunados a nuestros niños y los adultos mayores, nos ayudará a ser más felices de tenerlos y poder compartir con ellos nuestra vida.