Estamos en la maternidad de un hospital de Chile y son las 10:00 de la mañana, María y Rebeca han despertado después que en la madrugada tuvieron un laborioso trabajo de parto, había nacido sus guaguas y mientras daban pecho a sus bebes, conversan del perfecto estado de sus recién nacida y que además ya se encontraban vacunadas.
Este buen estado de los recién nacidos es en parte al Programa Nacional de Inmunización (PNI), el cual fue creado en 1978, el que ha permitido disminuir los síntomas de la enfermedad y reducir las posibilidades que los niños fallezcan, por las enfermedades que se pueden prevenir con un programa de vacunación.
Algunas de las cosas más destacadas del Programa Nacional de Inmunización, se encuentran la erradicación de la Viruela (1950), el fin de la Poliomielitis (1975) y la eliminación del Sarampión (1992). Estos han sido grandes logros para la salud de todos los chilenos, chilenas y extranjeros que nacen en este país. Siempre es importante recordar que la vacuna es gratuita, pagada por el Estado de Chile.
En el caso de María y Rebeca, mamas de unas hermosas criaturas, las pequeñas ya tienen puesta la vacuna llamada BCG (que significa Bacilo de Calmette y Guerin), quienes fueron los creadores de la vacuna en 1921, en ese año se aplicó por primera vez en París la primera dosis de una vacuna pionera contra la tuberculosis.
Reacciones y cuidados: Después de 2 o 3 semanas en el sitio de la vacuna aparece una inflamación enrojecida de 5-10 mm, no es dolorosa, esperable para dicha vacuna. A veces aparece una secreción amarilla y puede demorar semanas en cicatriza, dejando una marca. Se recomienda mantener esta zona seca, descubierta y no aplicar alcohol, cremas o desinfectantes. Si se moja durante el baño secar suavemente con un paño muy limpio.
En resumen las vacunas protegen para tener una buena salud y previenen enfermedades para las que nuestro cuerpo no tiene como defenderse.